Nacido en 1960 en una pensión de la calle San Telmo, Luis Avellà siempre iba, desde muy pequeño, detrás de los xaramiters hermanos Boronat y los seguía como si fueran los flautistas de Hamelín. La atracción por la dolçaina nació con sus primeros recuerdos de alicantino. Con el tiempo, Luis Avellà se convertiría en un divulgador fundamental de la dolçaina en las comarcas del sur, motor desde 1979 de sucesivos grupos de dolçainers, promotor de los estudios de dolçaina en los cursos municipales de Aula Abierta, creador de la Escuela de Música Tradicional, maestro de gran parte de los dolçainers de la ciudad de Alicante, surgidos en las últimas década y de los que tomarán el relieve en el inmediato futuro.
Durante la transición democrática, Avellà siempre estuvo en la movida alternativa de las Hogueras de San Juan. En 1978, en la primera barraca abierta de Alicante, Arribar y Pouar.
El 1979 empezó con la dolçaina de manera autodidacta en los Pozos de Garrigós, gracias a que la hoguera del Pont le dejó el local. Entonces, inmediatamente, junto a su hermano Toni y a Miguel Lizón, crea el grupo de dolçainers Postiguet.
Y en cuanto se fue a estudiar en la Universidad de Valencia, Avellà, junto al maestro Blaco, participó en numerosas actuaciones a lo largo del País Valenciano, desde los primeros encuentros de tales, donde asistían cuatro gatos, hasta el de Alfarp en 1980, donde ya participaron nuevos dolçainers que habían acabado sus estudios con Blasco y que, en cuanto volvieron a sus pueblos, dispersaron la cosecha de una nueva generación de dolçainers con formación musical académica.
El encuentro de dolçainers del País Valencia, celebrado en Callosa d'en Sarrià, a los pocos dolçainers tradicionales que quedaban en activo, se sumarán numerosos grupos de nuevos dolçainers. El encuentro de Callosa había sido organizado entre otros por Luis Avellà y los miembros del grupo Postiguet, ayudados por Eliseu García, del reciente creado grupo El Terrós, de Petrer, y con el apoyo de la corporación municipal. En aquel encuentro fundamental pudo escucharse al grupo Postiguet, con Avellà, la única que existía entonces en la ciudad de Alicante. Quedaban bastantes años porque, después de un largo camino, llegarán los grupos de San Blas, Sant Antoni, La Caña, El Tudel, L'Embolic, Benacantil; la Escuela de Música Tradicional, el fuego del grupo de Dimonis La Ceba, el grupo de nanos d'En Romeu.
Con Luis Avellà y otros jóvenes músicos de su generación, los nuevos dolçainers han estudiado en los conservatorios, graban discos (esa maravilla Somnis d'Aixa, creado por el grupo de Sant Antoni), introducen la dolçaina en la música antigua, en el jazz, en los temas de baile o en las bandas sonoras de la película Tabarka.
Hoy, los grupos de dolçainers y tabaleters de la ciudad de Alicante se han normalizado, se renuevan y diversifican de tal manera, que incluso se han federado con los grupos de dança tradicional de la ciudad y han creado la Federación de Folklore de Alicante. Los dolçainers alicantinos, que ahora rondan música para hacernos más felices, más nosotros mismos, con la emoción de ser pueblo.
Fuente: Informacion.es
Link: http://www.diarioinformacion.com/opinion/2011/07/18/dolcainer-dalacant-lluis-avella/1149853.html
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