Europa volverá a fijar la vista en el urbanismo valenciano. "La Comisión solicitará a las autoridades españolas la información pertinente relativa a la aplicación de las disposiciones de las directivas" europeas en el PAI Anibits-Margequivir de Callosa d'En Sarrià. Esta decisión de la comisión de peticiones del Parlamento Europeo responde a la denuncia presentada por la Coordinadora d'Estudis Eòlics del Comtat, que forma parte de la plataforma Callosa Sostenible, contra la tramitación de un plan que tiene una gran parte del suelo declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), según sostienen los ecologistas frente a la opinión del Ayuntamiento, cuyo alcalde, Batiste Savall, asegura que "solo el 3% del PAI está afectado por el LIC".
El plan parcial aludido acumula un largo recorrido. El TSJ anuló en abril de 2009 la aprobación municipal, fechada en enero de 2006, días antes de la entrada en vigor de la Ley Urbanística Valenciana, porque consideró una "desviación de poder" su autorización antes de la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio.
A pesar de ello, el Consistorio callosino, gobernado por el PP, con el argumento de la riqueza que generará este desarrollo situado a varios kilómetros del casco urbano, decidió retomar el plan parcial a través de la gestión directa del suelo, aprobándolo de nuevo el pasado mes de julio y convirtiéndose de hecho en promotor de 2.178 viviendas de lujo y un campo de golf con el mismo proyecto que le aprobó a Miragolf Playa, para lo que contó con el apoyo del PSPV y Compromís.
Especies protegidas
Callosa Sostenible ha forzado ahora que las instituciones europeas disciernan si el proyecto tiene en cuenta la clasificación del territorio como ZEPA y, por tanto, su protección, para ver si cumple con la legislación europea. La plataforma también defiende que el espacio donde se pretende la actuación contiene dos hábitats de interés comunitario de carácter prioritario y que el proyecto oculta deliberadamente tanto la "vulnerabilidad" del águila azor perdicera, una especie protegida que nidifica.
Durante su exposición pública, el PAI Anibits-Margequivir acumuló 648 alegaciones en contra y fue calificado como "un desastre ambiental" por Ecologistas en Acción.
Fuente: El Pais
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